miércoles, 6 de noviembre de 2013

Segundo Noviembre

No sé decirte aun si 365 días son demasiados o siguen siendo insuficientes mientras aun pueda contarlos sin tener que multiplicar.

Podría contar aproximadamente un millón de momentos, unos cientos de noches poco dormidas y unas cuantas siestas. Nada que se escape de mi alcance en estas 8.760 horas. 


Hemos roto cristales de los gritos no pronunciados, hemos empañado ventanas en calor de contacto, nos hemos encontrado en sueños, hemos crecido sonriendo, nos hemos llovido sobre mojado, hemos apostado alto al destino, hemos planeado volar lejos un par de veces, hemos construido puentes que nos llevan a mirarnos mejor, nos hemos desafiado al dolor, nos hemos desgarrado el alma para reencontrarnos, nos hemos entregado hasta los límites insanos, nos hemos dado paz y gloria, nos hemos escuchado todo el cariño escondido, nos hemos admirado hasta rabiar. Nos hemos llorado hasta la asfixia y hemos intentado amarnos no más, sino mejor. 

La frontera ha pasado y los días siguen nuestros pasos. 
No dudo, ni vacilo. No busco los motivos. Hace tiempo que no lo necesito. Es mucho más sencillo.
Que al final, lo que una caricia bien dada les costaría a otras años de escalada...a ti te cuesta tres segundos antes de acercarte. 

Tu nunca pagaras peaje aquí. Puedes pasearte entre mis miedos y mis anhelos con más autorización que yo misma. 

Y es que nunca dejaré de volverme cuando te marchas, como algo intuitivo, para saber que aun estas ahí. Para decirme que aun habrá otro día más después del 370. 

Que a mi me cabe el mundo en una mano si en la otra estas tú.