miércoles, 30 de mayo de 2012

Por siempre jamás


Noche sin dormir. Ni por ser demasiado buena, ni demasiado mala, sólo por ser noche. Un grito des de lo más profundo del alma. Mensajes desubicados a destiempos. Falta de claridad entre sustancias varias. Propuestas poco amables, que se desvían y se engrandecen. Carretera arriba y abajo. Charlas, nostalgia, cansancio y sudores poco fríos. Algunas risas, no vaya a ser que nos tomemos esto en serio. Una mañana increíble, propia de tus temazos. Dudas, respuestas de película. Con la lógica de todas las cosas que no tienen sentido. Caminos con música a todo volumen. Preparativos que ideas sólo para mi. Tranquilidad, descanso. Palabras, confesiones, poesía. Temblores. Temblores impresionantes, como nunca. Como nunca de verdad. Miradas que no quieren mirarse, pero se mueren por encontrarse. Acostarme llorando y llorar al levantarme. Buenos días sinceros. De vuelta a la realidad. He llegado con más cosas de las que buscaba, pero también he encontrado más cosas de las que quería buscar. Sonríe, adiós.

No tengo razón. Nunca la he tenido. Porque contigo mis argumentos de desvanecen, mis palabras se contradicen y mi racionalidad desaparece. Aquí, la razón, no cabe. Ni el error, tampoco.

martes, 29 de mayo de 2012

Llorar, por no querer despertar

Debería darte las gracias en la misma medida que debería rogarte perdón.

Pido
al cielo,
al Dios
al que nunca recurro,
que te arrope esta noche.

Ojalá
no me deje
entrar en tus sabanas
nunca más
y puedas,
otra vez,
volver a vivir
sonriendo.

Que mis sombras
no te tapen
tu sol.
Y que...
te aparte
de mi.
Aunque
yo
no quiera.

jueves, 24 de mayo de 2012

Fallos y otras cosas

A veces, la vida pesa.

Vamos tan desbordados y al límite que, cuando alguien nos añade unos gramitos de más en la mochila, como mínimo perdemos el equilibrio. Arrastramos una piedra atada a los tobillos. El caminito se va cuesta arriba y tenemos que pagar de más por exceso. Logramos soltar un poco a cada paso, en la cima de cada meta. Y no entendíamos que lo único que debíamos hacer era soltar las cadenas.

Pero cuando no nos damos cuenta y bajamos la guardia, alguien nos ata un nuevo peso. Como hoy, como esta noche.

Y aprendemos que no nos valoramos lo suficiente, que en realidad somos increíblemente fuertes, que solo nos falta un poco de fe en uno mismo y en los demás. Que nos queremos más de lo que aparentamos y de lo que nunca hubiéramos imaginado. Que tenemos que cuidarnos más. Que después de esto seremos imparables, casi super-héroes.

Que aproximadamente en unos 50 años, en una terracita de Ibiza, jugando al domino, lograremos reírnos al recordar noches como las de hoy.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Te gasto - Paola Vaggio

En vano te busco en un plano de metro y me invento paradas sin encontrarte. Imagino las escaleras mojadas, paraguas abiertos, pisadas de agua, últimos trayectos, billetes gastados, en tarjetas con T, de diez, de mes, de joven, de día. Viajes por estrenar. Busco en el silencio, entre las rutinas nuevas. En las siluetas de los coches, en un mapa de calles que me lleva de una página a otra...sigo con un dedo el trazado recto, paralelo, estrecho, por el centro, en la periferia, por calles conocidas, olvidadas...por tus calles, las que no entiendo. Imagino las canciones, te pienso en tu vida, te olvido tan mal como pliego el mapa de nuevo. Y no te dosifico, te gasto.



(Recodando(te).)

martes, 15 de mayo de 2012

Hoy sé

Perdóname por no contestar algunas preguntas que ya sé. Por poner la música tan alta que los sentimientos vayan marcha atrás.

Perdóname por mi falta de tacto. Por hablar con el sarcasmo pegando en mi boca, como si no doliera.

Perdóname por ausentarme y desaparecer. Por marcharme sin avisar, dando por supuesto que eso de por si es un aviso.

Perdóname por saber siempre antes lo que no quiero, que lo que quiero. Por querer estropear siempre el final antes de iniciar la partida.

Perdóname por corregirte los errores. Por querer tacharte lo que sientes, que eso no me pertenece y no es cosa mía.

Perdóname si a algún día no sé quien soy. Por aun dudar, a veces, cuando me preguntan mi nombre.

Perdóname por analizarte y querer entrar en tu cabeza. Por querer ver en tus sueños, ver si me nombras o me suspiras.

Perdóname por mirar a todo el mundo des de abajo. Por creerme siempre menos y pensar que tengo que pagar siempre de más.

Perdóname por no hacerte partícipe de mis heridas. Por tapar la entrada con metales ya oxidados.

Perdóname por recordarte de madrugada. Por arrinconarme en una esquina y mandarte un mensaje cuando aún no ha vuelto a salir el sol.

Perdóname por querer partir hacia otro lugar. Por querer siempre lo que no tengo y dudar de todo aquello por lo que he luchado.

Perdóname por terminar siendo un triste cuento que pasó por tu vida. Por ser un alma pasajera que siempre quiere quemar el camino cuando llega al abismo, como si no te necesitara para saltar.

Antes de empezar, perdóname.

jueves, 10 de mayo de 2012

Espectáculos en abierto

Brindar en vasos medio vacíos, de un viernes cualquiera, se ha convertido ya en un ritual muy poco chaman. Como una explosión hecha instante, mientras nos obligamos a que todo lo demás nos importe una mierda ahí fuera.

Me tocas mi pelo corto por la nuca y es como si me quedara sin tabaco, un día de insomnio, a las 4 de la mañana: el mundo se transforma y me siento indefensa.
Yo suelto ironías estúpidas y tu te ríes con resignación, mientras preparas algún dardo que lanzarme para que empiece a pisar los frenos. Entonces lías dos cigarrillos y, sin preguntar, das por hecho que vengo a fumar contigo.

Mientras me buscas para que te devuelva una sonrisa, yo contengo mis ganas de abrazarte. Y miro hacia el suelo, como si se me hubiera caído algo, para que no me veas chapotear en mi charco de indecisiones incómodas. Cuando, finalmente, tu me devuelves al mundo tirándote al sofá del bar y haciéndome un hueco. Y yo te pongo una mano en la pierna y me siento como en casa sin separarme de tu lado.

Nunca preguntas de más, ni esperas de menos. A la vez que yo hablo de más y te cuento lo que menos importa. Pero si lo dicen los Beatles, sera que tienen razón y es lo que necesito.

Marco mis pasos y te los aclaro siempre a destiempo. Reniego a saber hacia dónde voy pero sé que querré pensar en no controlar mis impulsos al verte de nuevo.

martes, 8 de mayo de 2012

Fotos antiguas

Quería contarte lo que el cuento ha dejado de contar por si solo.

Quería decirte que me faltaron demasiadas cosas contigo...

Quería que hasta Madrid se te hiciera pequeño para conocerlo conmigo.
Que hicieras de ese viaje la oportunidad que yo le di.
Que ya no necesitases conocer a nadie más.

Quería explicarte que des de que te conocí de un poco más cerca, te buscaba sin cesar.
Que insistía y desistía el mismo día hasta caer a trozos.
Que me recomponía en una mañana y volvía a pensarte esa misma noche.

Quería que en vez de insultarme, me enseñaras.
Que me pidieras perdón antes de llegar a casa, otro terreno tuyo.
Que algún día admitieras que te equivocaste.

Quería que pusieras tu alma en un escaparate, sabiendo que sólo la vería yo.
Que te inventaras precios a tu amor, sabiendo que lo ibas a regalar.
Que aunque parecieras sola, sabias que no ibas a caer.

Quería que quisieras aceptarme el reto.
Que valorases mis esfuerzos sin mirarme por encima.
Que me dijeras que había llegado tarde.

Quería que supieras todos los grises para luego olvidarlos.
Que no te hicieran falta nunca más al mirar arriba.
Que conmigo, el cielo cambiara de nombre cada día.

Quería que me quisieras como soy, sin forzarme a moldearme.
Que no me dieras lecciones de amor, sino que quisieras aprenderlas conmigo.
Que no me esperaras, que me buscaras.

Quería y peleaba contigo porque así fuera.
Y ahora no sé por quién pelear, ni cuánto tardaré en volver a hacerlo.
Porque últimamente en vez d morderme la cola, ladro a todo el mundo.
Porque ahora no sé si me faltas. O si me sobra lo que queda.

Y yo sé de sobras que la vida no es justa, pero esta vez no pienso asimilarlo.
Que esta vida esta escrita para mi, y no para ti.
Y no pienso quedarme a que me parta(s).

lunes, 7 de mayo de 2012

Heroes bajo la lluvia

Intentamos volar por donde no haya ardor, que lo sufrido resucita en sueños y ni en rezos morirá. Es un hecho que fijará nuestros escondites, que decorará nuestros miedos, pero que nunca guiará nuestras actuales y futuras felicidades.

Volvemos a casa, mientras llueve. Blue lleva un paraguas naranja que compensa el gris de la ciudad. Yo le hablo mientras me fumo un cigarrillo mojado.

Llueve, en un día en el que nos reencontramos casi por azar. Me doy cuenta de que ella ya es una persona distinta por cómo me mira y yo también por cómo la veo. Quizás cuando la guerra haya terminado y volvamos a cruzarnos, haya salido el sol.

Que como dice Carl Bard: "Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final."