lunes, 14 de enero de 2013

Algología


Blanco. A veces el dolor es blanco. Es el dolor primario, el simple, el profundo. El que te causa el mismo cuerpo en protesta de su propia insuficiencia. Lo llamamos dolor blanco, por como nos nubla la mente. Por como nos la vacía de todo, para poder concentrarnos tan sólo en la tortura corporal. Y nada más.

Todo pierde color, los contornos no importan, los matices menos, las luces molestan, la compañía sobra. El mundo entero desaparece. Y sólo te queda una simple dualidad: tu oscura habitación y tu pálido rostro.


Y en la escena... queda un aura gris, una cama demasiado grande, un goteo constante, unos gritos desconsolados y la mirada de dos niñas, hacia el suelo o hacia cualquier otro lugar.

sábado, 12 de enero de 2013

A peso y en silencio

Los pilares caen. Como cae la lluvia molesta en una noche de enero. Como cae la navidad, que ya va de sobredosis y un poquito más.

Y decido luchar, haciendo de mi vida un ring, tirándome contra las cuerdas a esperar los golpes. Porque como siempre, es muy fácil..., cuando no puedes hacerte más daño buscas a otro que te lo haga. Mejor y más barato.

Como si fuera un juego, es obvio que eres origen y dueña de mi pasión por despertar. Es todo tuyo y de nadie más. Y ahí adentro, de la misma manera, este dolor también te pertenece. Pero hoy no te lo presto, ni te lo devuelvo. Porque, hoy (como dice Algeet), ojalá yo pudiera cargar con el tuyo. Y llevarlo tan lejos como fueras capaz de brillar. Que las dos sabemos que es mucho.

Y ojalá que nunca te deje llevar a cuestas el mío. No vaya a ser que esta pequeña eternidad pueda con mis tobillos fríos.