domingo, 9 de enero de 2011

El mundo va perdiendo decibelios

No sufras, que no te pido nada. No te pediré nada. Dejaremos que nuestras libertades y no tan libertades elijan, como siempre.
Yo me quedare alli donde estoy, donde puedas verme, incluso en los sitios donde siempre puedes encontrarme. Pero dejare de buscarte, porque cuanto más te busco más me pierdo. Y yo ya no puedo vivir más tiempo de las historias de esta ciudad.
Mientras nuestros mundos se bombardean, nosotras también somos de las que lanzamos piedras y siempre seremos de las primeras en recibirlas. Porque somos el punto flaco, el arriesgado, el desconfiado y el menos claro.
Es una putada vivir estancada. Y me gustaria odiarte, pero no puedo.

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