martes, 19 de abril de 2011

Apresurate despacio

De vuelta, sin excesivo furor, pero aquí.
Hoy el ruido de la ciudad me molesta, y mas tener que volver a contar las horas, los minutos. Esa estúpida obsesión urbanita de caminar en una cuenta atrás constante.

Nunca pensé que podrían regalarme tantas cosas. Tantos llantos simples y tantas...tantas sonrisas.
Jugar a ser niños para divertirse y jugar a divertirse para ser niños. Eso es vivir viviendo. Eso es saber coger lo que te dan y explotarlo hasta el ultimo centímetro.
Que vivir un tiempo sin tiempo es lo mejor que me podía ocurrir.

Y sentarse un ratito con ellos, allí, en el infinito. Donde los fantasmas se estrellan contra los arboles y los sueños son parte la merienda. Donde todo es posible porque nada les puede hacer daño si tu estas ahí, con ellos.

Convivir y dormir. Con la pequeña rubia, a la que le brilla el alma. Con Bamba, la de los sueños presentes. Con GranK, la del sudor en las grandes brisas. Y con él, el chico de gran corazón que no le cabe en el pecho. El único e increíble, y por si lo dudábamos, también imprescindible.
Un equipo perfecto. Que no parece conocer la asfixia, pq mientras tengan oxigeno todo lo demás corre por su cuenta. Saben encontrar en las pequeñas cosas un trozo de felicidad, que sólo puede desprender luz y calor. El calor que me ha arropado segundo a segundo, a su lado.

Saltar, jugar, sonreír, reír, vivir, respirar. Sobre todo eso, respirar.
Aprender a ser pequeño para poder hacerte mayor. Aprender que las cosas que vuelan también se pueden tener, si coges el impulso suficiente para alcanzarlas.




Este "stand by" podría durar años, pero aquí estamos de nuevo.
Aunque hoy tengo las manos un poco mas llenas y mas cosas que ofrecerme. Ofrecerte a ti, que siempre has creído que podía ser mas grande que ayer, y a todo al que se acerque. Pero ante todo a mi.

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