domingo, 14 de octubre de 2012

Doble Flash

Confieso que nos protegemos. Yo me protejo de ti y de mi. De mi por antecedentes, de ti porque atraes a los rayos cuando tus dedos se enchufan. A la vez, tu te vuelves a proteger de mi y de ti al mismo tiempo. Igual que yo intento protegerte de mi. Pero no consigues protegerme de ti, por mucho que lo intentes, yo no te dejo. 

Y eso hacemos. Proteger, defender, salvar, prevenir. Una y otra vez. Sin parar. Casi sin descansar. Sin bajar del todo la guardia en algún momento. 

Pero a veces se trata de técnica de equipo. Como diríamos en baloncesto, después de un bloqueo bien hecho, hay que salir a la ayuda, hacer el "flash". 


Entre ayer y hoy, hemos hecho un "flash" perfecto. Después de bloquearnos mutuamente, abrimos camino para una jugada de partido. Lo conseguimos, lo hicimos. 


¿Cuál es el problema? Que casi nunca acabamos de llegar a canasta. Que nos tapamos el tiro cuando estamos a punto de lanzar. Que parece que juguemos en la misma liga, en la misma categoría, incluso en el mismo campo y a la misma hora. Pero nos confundimos de equipo, nos confundimos de enemigo. No somos contrincantes, somos compañeras. Y lo mejor es que no jugamos contra nadie tangible. Jugamos contra dolor, heridas y huellas. Así que nosotras debemos sudar la camiseta más que ellos. Porque el partido ya ha empezado, perdemos de siete y harán juego sucio. 

Pero recuerda que en este deporte, como en casi todos, el trabajo sin balón es lo más importante. Así que empieza a hacer sprints y yo me ocupo de protegerte de los bloqueos directos. Los contraataques los dejamos para cuando aprendamos a jugar juntas. Pero cuando ganemos la copa, te dejaré levantarla y nos echaran nuestra primera foto. Otro flash. Esa instantánea ocupará la pared de un futuro hogar mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Construcciones