domingo, 21 de noviembre de 2010

Angel

Empecé odiandola, continué queriendola, volví a odiarla, volví a quererla... y otra vez, y otra y otra.
Toma descargas eléctricas al corazón.

Me paso horas corriendo para conseguir centímetros de libertad y luego le regalo hectáreas de mi vida sin pensarlo. No sé si quiero quererla,

pero es que...


es como un ángel.

2 comentarios:

  1. Mejor no quererla... créeme, la princesa ya ha encontrado a su prícipe, y en el castillo, sólo hay sitio para dos.

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  2. Creo q no sabes de lo q estas hablando, baby.

    Pero de todas formas, felicidades por la parte q te toca.

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