Ojos de imán oscuro y vacio

Ayer me acordé de Nupa, la recordé. Me vino a la mente porque llovía, llovía como el día en que no apareció. Parece estúpido, pero no. Hacía el mismo tiempo, esos días lluviosos en los que llueve poco pero hace un viento increible. Muy molesto y poco pràctico.
Habíamos quedado por la mañana, temprano... cosa extraña viniendo de mi. Ese día no fuí a la universidad, como de costumbre en aquellos tiempos. Me recorí casi toda la línia verde del metro de Barcelona en hora punta. La noche anterior habiamos hablado por telèfono un rato, pero era demasiado tarde.
Yo me encontraba medio dormida esperandola en la boca del metro, donde parecia que hacia más viento de toda la ciudad pero almenos no me mojaba. Esperé casi una hora a que bajara de su montaña y viniera. Pero no, no aparecia. Obviamente, Nupa se había dormido y no tenía intención de dejar de remolonear en la cama. Efectivamente, me había dado plantón.
Pasada una hora, le mande un mensaje: No me gusta nada que me den plantón. Te has pasado. Me vuelvo a casa, gracias. Te odio...
A lo qual, ella, contestó algo muy típico suyo. Decía que, aparte de que en efecto se había dormido y que lo sentía muchisimo, que le encantaba cuando me enfadaba y que daría lo que fuese por verme la cara de cabreo medio sonriente.
Lo admito, me reí y sonreí, si... me hizo gracia. Y le odié un poco menos.
Como siempre, la mandé a la mierda y me volví a mi casa a dormir.

Después de toda la estupidez me pareció divertido al final. En aquel momento había muchas cosas que me causaban diversión.

En fin, recordar, recordarla, recordarte, recordarme, recordarnos... no es malo a veces.
Porque, se o supongo que, Nupa sigue con su mundo para princesas revolucionarias, sus asuntos sucios, sus mentiras confesadas a quien no debe, sus gestos exagerados y provocadores, su cara bonita pero triste y sus ojos con un imán oscuro y vacio.

Y con mujeres como Nupa yo no puedo vivir. Sólo pude sobrevivir al primer huracan. Y ahora quiero tiempos de paz. Estoy en tregua conmigo misma.