domingo, 27 de noviembre de 2011

Silencio

Es una pena porque ella, debajo de su misterioso mundo aparentemente sencillo, es todo un reto. En su pecho lleva escrito "las mata callando", y aunque no pueda soportarlo y me rompa los dientes, al final siempre me atrapa. El quiero y no puedo está a la orden del día, cuando me cuestiono realmente si el querer tiene que ver con el lado más animal y primario de una conexión que me invento todas las noches. Pero al final resultará, que entre tanta imaginación, sera hasta cierto.
Pasa lo de siempre, que cuando sale el sol y nos encontramos tiradas en la calle recogiendo gente perjudicada y desubicada del mundo, viene la hora de "cada una a su cueva que aquí ya empieza el frío". Y tu me ofreces algo más que un último cigarrillo.

Si vas a joderme, largate antes de empezar una guerra de los 100 años, que ya acumulo demasiados frentes abiertos. Si pretendes acercarte dejalo claro antes de saltar la valla sin autorización, aquí no entran gratis tampoco las chicas monas. Si quieres que te muerda sólo dame un silbidito y te buscare en algún bar sucio y poco iluminado. Pero el patrocinio que no falte, que un corto de tales dimensiones se merece cuatro tragos de marcas baratas distintas.

Cuando estés asustada por mi ausencia de atención y emoción, no me lo cuentes. Que ya lo sé y el vuelo está aún despegando.

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